jueves, 3 de mayo de 2012

Cuando la muerte te toca...

De joven creí que era inmune al dolor. Jamás pensaba en la muerte. Para mi era alguien totalmente extraña….


Años después he vivido con ella y he presenciado el adiós de familiares, amigos y amigas. He llorado con el corazón. Siento la impotencia de no poder hacer nada,.Miro hacia atrás y busco en las imágenes de aquellos que se fueron momentos de alegrías, de lagrimas y risas compartidas.

Hoy sé que no estoy inmune a la muerte. Qué en mis años de juventud, ella siempre tuvo a mi lado, lo que pasa es que no sabía que con el tiempo aquellos que estaban contigo se irían  y de esos momentos tengo alegrías pero también dolor. Añoro a mis tíos. Extraño a Alexandrita. Lloró por la ausencia de Lily. Y cada vez que veo el cielo y miro una foto o recuerdo todo lo vivido, puedo decir que no me acostumbró ni me acostumbrare a la muerte. Al final de la vida. Al adiós por siempre de lo vivido.
                                      
Por eso no entiendo tu partida Lourdes, tampoco la de Eva, la de miles que se van sin fecha de retorno. Sufro por las muertes injustificadas. Por aquellos que se mezclan con balas perdidas. Por los que se atraviesan en el momento que no era preciso. En la injusta y absurda manera de morir. En esta jungla de asfalto y cemento. De edificios apiñados. De carros robados y vidas perdidas.

Solo quiero que Dios me de la voluntad para aceptar y comprender todo esto. Y que sobre todo me de la fortaleza necesaria para continuar. Para secarme las lágrimas y seguir. Para tocarme el corazón y llorar. Pero sobre todo que me de la fortaleza para seguir viviendo y querer y compartir con aquellos que están aquí conmigo.